domingo, 30 de septiembre de 2012

Ese Animalito.

   Había una vez, en una ciudad, un hombre que vivía en una casa, ubicada en un barrio tranquilo en donde no pasaba nada. Trabajaba en un trabajo normal, pagaba sus cuentas, se despertaba a las 8:00 am. y se acostaba a eso de las 10:00 pm. Desayunaba en su casa, se iba al trabajo en su auto, almorzaba en el trabajo, volvía a su casa, cenaba, regularmente veía una que otra película de suspenso y se acostaba. Un domingo de un mes de otoño, sentado en su sillón leyendo el periódico, miro por la ventana de su living, algo rompió lo cotidiano de su vida, extrañamente, una pequeña criatura estaba sentada en el marco de su ventana la cual daba al jardín. Parecía una ardilla, pero no era una ardilla, era un poco regordeta, de color gris, orejas puntiagudas, un pequeño hocico respingado, en su cuello tenía una bufanda a rayas de color verde y amarillo, sus manitos rascaban su oreja y ... sus ojos ... sus ojos eran negros, completamente profundos, no inspiraban miedo, tampoco pena, estaban simplemente ensimismados en observarlo. El hombre asumió que por aquella pequeña bufanda, el extraño animalito, tendría dueño, así que a pesar de que le dio un poco de curiosidad saber de que animal se trataba no lo pensó tanto y siguió con el crucigrama, al cabo de un rato volvió a mirar por la ventana, ya no había nadie. 
   Era lunes, volver a comenzar la semana, todo evento ocurrido desde que se levantó hasta que llegó a su casa después de trabajar,  fue absolutamente rutinario y predecible, a excepción, de que esta vez, el animalito estaba de nuevo en la ventana. ¿Que querría, seguiría perdido? Se acercó a la ventana para golpearla un poquito, así asustarlo, pero cuando se acercó, el pequeño animalito le mostró levemente los dientes e hizo un ruidito: ggghh ... "Esta bien, mensaje recibido, mientras no me rompas las bolsas con la basura, puedes quedarte en el marco de mi ventana" pensó el hombre. Esta curiosa criatura, se quedó hasta que el hombre terminó de cenar, y sin darse cuenta, cuando el hombre volvió a mirar la ventana, se había ido. Así pasaron un par de meses, cuando llegaba del trabajo, él estaba ahí, cuando terminaba de cenar él se iba, los domingos llegaba más temprano, se quedaba ahí, concentrado observándolo, en ocasiones, abría la ventana y le dejaba un plato con galletas además de un vaso de leche, él se las comía rápidamente, sus favoritas, aparentemente eran las de chocolate, después de terminar, hacía un pequeño suspiro, y continuaba observando. Cuando el hombre salía al jardín para poder verlo más de cerca y tal vez atraparlo, el animal desaparecía, no lo volvía a ver dentro de dos días, cada vez que se acercaba para darle unas palmaditas en la cabeza, levemente mostraba los dientes y hacía ese ruidito: ggghh .... 
   Una tarde sin precedentes, se quedó un buen rato mirándolo, sus ojos vacíos no le inspiraban nada, absolutamente nada, cansado de la falta de emoción, se acercó firmemente a la ventana y le grito: ¡Qué es lo que quieres! ¡Porqué me miras todos los días!  El pequeñuelo, se rasco la oreja, sacudió su cola y dijo: miihh ... Esa fue su única conversación. 
   Sin darse cuenta pasaron 2 años de esto, a pesar de que su única fascinación era observarlo, el hombre a ratos le dejaba galletas con leche, a veces le hacía caras para asustarlo, pero nada, un par de veces ocurrieron anécdotas con el pequeño animal de bufanda, que no vienen al caso contarlas. 
   Un domingo cualquiera, el hombre prendió la televisión, siempre veía los mismos tres canales, sin embargo en un arranque fuera de lo común, empezó a hacer zapping, encontró un canal en donde estaban dando una comedia, que a pesar de que no eran de su gusto, le engancho. Al cabo de media hora, la hilaridad del show televisivo le saco un par de carcajadas. Esa noche se acostó temprano. Al otro día fue al trabajo, volvió, pero esta vez, el animal no estaba. "Habrá pasado un gato por el jardín y se tuvo que haber enojado" pensó. Sin embargo, al día siguiente, y al siguiente, tampoco apareció. Así pasaron las semanas sin volver a saber de esa extraña criatura con bufanda, le contó a sus compañeros de trabajo si habían visto algo parecido, pero a nadie parecía importarle. Nunca más lo volvió a ver. Ya nadie volvería a acompañarlo mientras leía el periódico, o mientras cenaba ...   

martes, 18 de septiembre de 2012

Fiestas Patrias.


   Chile es una pequeña y angosta faja de tierra, ubicada en América del Sur. Tiene aproximadamente 17 millones de habitantes, limita con varios países, pero se lleva mal con todos ellos, está a las orillas del Mar Pacífico, y es conocido internacionalmente por su gran consumo de bebidas alcohólicas, su alto impuesto a los libros, la mala costumbre de sus habitantes de llegar tarde a todas partes y de su exótica jerga que contiene cientas de formas de nombrar al aparato reproductor masculino. 
   Eh vivido aquí mucho tiempo, en un comienzo lo odiaba, pero con el pasar de los años, ya me es inevitable no sentirme parte de este país. La gente es extraña, cerrada, vergonzosa, peleadora y muy muy floja, si pueden dejar algo para mañana, ten por seguro que lo dejará para mañana. Siempre hay una excusa para festejar, aquí se preocupan mucho por la imagen y el que dirán. Están muy marcadas las clases sociales, tenemos los conocidos "Flaites", personas de bajos recursos, comúnmente asociados a ladrones, o los "Pelolais", gente pudiente. En el medio estamos el común de los mortales. La gente de estos lares es muy influenciable, no valoran el esfuerzo que muchos hacen, haciendo referencia a artistas que han surgido teniendo que irse al extranjero. Tenemos un presidente que es un chiste, inagotables problemas sociales además de la peor parrilla televisiva que existe en el universo, lleno de programas de farándula y programas juveniles basura. No se puede olvidar, que aquí lo que mueve a las masas, es el fútbol, los bebestibles, y las modelos.  
   Pareciera que todo es negativo, de acuerdo a lo que les eh comentado, pero no es tan así, hay artas cosas buenas, pero aquí siempre recalcamos las malas. En Chile se tiene una identidad muy poderosa, a pesar de que somos peleadores, siempre se defiende al país y a su gente, se hacen uno solo cuando hay que pelear por el resto. Existe una gran solidaridad en muchos. Creo que existe una de las astucias/imaginación/picardía más grande de todo el mundo, que pocos podrían superar, siempre tienen respuesta para todo. Hay mucho talento en estas tierras, gente que sabe cantar, bailar, tocar instrumentos, buenos para muchos deportes, tenemos uno de los paisajes más hermosos existentes, tenemos desierto y también el frió polar. Una cultura bastante rica, llena de mitos, historias fantásticas llenas de misterio, música de todo tipo, leyendas, y el conglomerado de los ñoños más comprometidos con la causa del internet que hay. No es un mal lugar para vivir, la gente que más quiero esta aquí. Soy lo menos patriota que existe, así que en vez de un "Viva Chile!" o un "Chi chi chi le le le" voy a decir, me alegro de vivir en donde vivo. Buenas noches. 

lunes, 10 de septiembre de 2012

The Maker.

   Lo encontré muy bueno, se llama "The Maker", en la descripción del vídeo en Youtube pueden ver los datos del creador. No me esperaba ese final, empiecen una buena semana! Saludos.


martes, 4 de septiembre de 2012

Lo Efímero.


   Me pregunto si existe algo que durará para siempre ... De no haber nada que dure para siempre, en nuestras vidas, ¿Porqué hacemos lo que hacemos? 
   Desde tiempos inmemoriales, una de las grandes metas del hombre ha sido pasar a la historia. Creo que es porque de esa manera, la gente te recordará, te querrá, seguirás vivo, todos queremos eso, ser queridos. Al final todo se reduce a eso. A sentirte parte de algo, a ser grande, a ser feliz. Si hacemos lo que hacemos en nuestras vidas, es para, de una forma u otra, llegar a eso. Tenemos la seguridad, en que al ser parte de algo, llenamos nuestro ser. ¿Qué mejor manera que permanecer a través del tiempo, en el consciente colectivo?
   Pero alto, partí escribiendo afirmando que nada dura para siempre, y de ello, no tengo certeza. Me descoloca bastante el pensar  en que algún día todo cambiará, y que no perdurará. Creo que hacemos un esfuerzo innecesario al intentar cambiar nuestro alrededor, quiero creer, fervientemente, que mi esencia seguirá con vida, y a pesar de los infinitos cambios, seguirá ahí. Ahora, si pudiera transcribir lo que tengo en mi mente, acerca de lo que pienso sobre la realidad, la existencia, y más allá, quedaría en un idioma bastante extraño. 
   Solo para terminar, y como un comentario, admiro mucho a los filósofos. No puedo pensar acerca de estas cosas, sin que un escalofrió recorra mi cuerpo, ¿Que nada tiene sentido? ¿Que habrá después de ahora, y antes de después? ¿Quién soy yo? ¿Realmente existo? Como pueden dormir por las noches! Los admiro.  Mañana es miércoles, mitad de semana, junten fuerzas! que vamos a la mitad. Hasta luego.